sábado, 16 de enero de 2010 | By: Abril

Regálame el comienzo...


“Sin duda... te reconoceré de inmediato.... y tocaré tus labios con mis dedos, presa de una fiebre que no amaina... “

Chillán, Chile, Primavera de 2008

Querido Amigo:

La última vez que hablamos me dejaste abandonada, con los labios tiritando de rabia y frustración.
Me hablaste de tiempos del polvo, de tiempos antiguos, de un improbable tiempo que quizás nunca se repita.
Me obligaste a abrir la mano empuñada y dejar libres las mariposas que había cazado para ti.
Mis dedos recorrieron mi cuerpo como si fuese un mago sin memoria, buscaron en el fogón donde cocino la vida por si algún rastro tuyo me quedase… Alguno que no me obligara al olvido violento.
Quiero jugar con tus barcos de papel, dejarlos que naveguen en mi corriente sin la prisa a la que estás acostumbrado… Quiero desabrocharte la camisa y besarte tan dulcemente que la boca se me vuelva granada.
Tengo una boca perjura, una boca infame, una boca desleal que no quiere dejar de pronunciarte.
No me regales de nuevo un final para mi cuento. Regálame el comienzo.

(Milita Babilónica)