miércoles, 10 de septiembre de 2008 | By: Abril

Carta a Peter Pan



Querido Amor nº 12:

Te debo una disculpa.
Empecé contigo para olvidar a Amor nº 10. Creo que lo sospechaste siempre, cuando me oías hablar de él con melancolía disfrazada de desazón. Las recaídas en sus trampas eran interminables y decidí poner fin a ellas. Estaba malherida y rota, pero encontré las ganas de recuperar mi malograda autoestima…Y en plena convalecencia apareciste tú, con tus cuentos de la luna cuando mirábamos el cielo tumbados en el césped del parque. Eras un Peter Pan de treinta años, que sacabas conejos y flores de tu chistera verde para hacerme sonreír y yo te miraba con el nudo en el estómago que aún tenía. Eras divertido. Y nunca me hiciste llorar.
Lo nuestro duró cuatro meses.Y más que una pareja, éramos una pandilla de amigos: tú, yo y los chicos con los que compartías piso. Adoraba tu vida, no te quería a ti, en realidad quería ser tú, yo quería tener la complicidad que tú tenías con tus amigos. Me sentía como Sandra Bullock cuando entra a formar parte de la vida de Peter Gallagher en “Mientras dormías”. Siempre me ha emocionado esa película, y cada vez que la veo me acuerdo de ti…casi siempre la veo en Navidad y a solas, para que no me vean con los ojos húmedos y el pañuelo en la mano.
Amor nº 12, ahora que seguimos en contacto a penas por esporádicos e-mails reenviados, quiero que sepas que fuiste un gran amigo.

De todo corazón: Gracias.