jueves, 2 de enero de 2014 | By: Abril

Lola, querida


Te voy a escribir una carta...

Sí, ya sé que no estás aquí, pero sigues estando mientras yo te sienta a mi lado. Esta es una carta como aquellas que cruzaban el Estrecho desde África a Sevilla... ¿Recuerdas? En aquel entonces, era la carta el único vehículo para llegar a ti. No había móviles, esos que ahora rompen continentes, fronteras y océanos...

Una carta que tiene el remite de mi soledad y una dirección de destino que no es de esta tierra. La tierra que un día, siempre cercano en mi recuerdo, abandonaste, -quizá con gozo- para vivir en otra Sevilla, la Sevilla de tus sueños.

No creo que estas líneas se pierdan. Habrá, como aquí abajo, un servicio de Correos que te hará llegar mi misiva, mi mensaje de amor. Tu muerte no ha conseguido separarnos, como sin fortuna nos dijo el cura. Te sigo queriendo. Te quiero más, mejor dicho: no puedo quererte más, porque te quiero sin medida, como la infinita eternidad en la que tú vives ahora.

Un beso de tu Enrique.

1 comentarios:

Unknown dijo...

Que nostalgia me ha dado leerte. Que pena que Lola haya partido!!!